Historia
Desde 1930
Desde 1930
Hace casi un siglo, Pascual Olivares Fernandez pensó que la uva Monastrell, originaria de estas tierras y con una especial adaptación a suelos pobres y con escasez de lluvias, era capaz de producir vinos diferentes que mostraban el carácter de nuestra tierra. Empezó elaborando pequeñas cantidades de vino para proveer nuestra región. Acababa de nacer Bodegas Olivares.
marcada por el amor al vino.
Los hijos del fundador, Vicente y celestino, continúan el negocio familiar y amplían la venta al territorio nacional.
Ya con la 3ª generación, los hijos de Vicente, al mando del negocio, comienzan las exportaciones.
Desde el inicio de la bodega, cada año, la familia elaboraba un vino dulce que reservaba para su propio consumo. Sin embargo, a partir de 1998 se empieza a comercializar la añada 1996, convirtiéndose pronto en una referencia para los vinos tintos dulces.
Motivados por el éxito de su vino dulce, y sabedores de que sus viñedos producían una fruta equilibrada y de aromas personales, en Bodegas Olivares deciden centrar su atención en la producción y embotellado de vinos secos. Recién nacido el nuevo siglo nació Altos de la Hoya.
En la actualidad continuamos elaborando vinos con el carácter que imprimen nuestros valiosos viñedos y miramos al futuro sin olvidar nuestras raíces.